Sobre pogromos, pseudoizquierdistas comprometidos y nacionalismo antiucraniano.

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Hace una semana se recuperó un ciudadano ucraniano golpeado por los nacionalistas catalanes «marrón rojizos»*, le dieron una paliza por tratar de expresar su punto de vista. Alexander, de 56 años, un turista que estaba de vacaciones en Barcelona, pasó varias semanas en coma, y ahora aprende a caminar y hablar de nuevo. El ataque de los estalinistas a los ucranianos que vinieron a expresar su opinión a una asamblea abierta a todos los públicos, donde se discutía el tema de las “repúblicas populares” en el este de Ucrania (Asamblea abierta en Apoyo de las repúblicas populares de Donesk y Lugansk), todo ocurrió el 11 de octubre (video). Incidentes similares, aunque menos sangrientos ocurrieron ya en el pasado.

La Ucraniafobia deja de ser un fenómeno local en la escala del «mundo ruso». Lo que hacen los estalinistas de Europa, acompañando sus ataques con el grito de «¡fascistas!», comparable con algunos otros ataques por motivos étnicos: la lucha contra un imaginario «racismo negro» o pogromos antisemitas bajo el pretexto de la guerra contra «parásitos del sistema bancario». Nosotros, el Sindicato Autónomo de Trabajadores, creemos que dicha acción es por lo general demagogia y práctica de extrema derecha y les condenamos enérgicamente, junto con todas las manifestaciones de la discordia nacionalista derivada de la guerra en el este de Ucrania.Los emigrantes de Ucrania en Europa, muchos de los cuales llevan pesados trabajos de baja remuneración para mantener a sus familias en Ucrania, pertenecen a un grupo de las personas más vulnerables. Anteriormente, a menudo se convirtieron en víctimas de violencia nazi, pero ahora se han convertido en un blanco fácil para los falsos “antifascistas”. Y esto no es una sorpresa, unos y otros son portavoces de una fracción suficientemente grande de la burguesía europea, que quiere mantener estrechas relaciones comerciales con Rusia y apoya el conservadurismo y el ostentoso antiamericanismo del gobierno ruso.La ideología respaldada por el Kremlin llamada “Mundo Ruso”, combina argumentos fácilmente reconocibles como “la nación dividida” con las ideas no menos familiares de “espacio vital”. Para sus adherentes los ucranianos y bielorrusos son sólo “rusos equivocados”, que deben ser devueltos a sus raíces. Incluso a través de la violencia física directa y la conquista, si es necesario.
Este concepto, del cual uno de sus instigadores es muy popular en Europa: Alexander Dugin, encuentra un terreno fértil en los círculos religiosos alimentando la expansión de la ortodoxia religiosa y política. El FSB (servicios especiales rusos, su antiguo nombre era KGB) y el partido”Rusia Unida” ( de donde viene Putin y el gobierno ruso) cooperan con la extrema derecha, como el NPD alemán, el austríaco FPÖ, el Frente Nacional francés, húngaro Jobbik y otros. Sin embargo, los servicios especiales rusos FSB no se olvidan de los viejos lacayos estalinistas y post-estalinistas que apoyaban en los días de la Unión Soviética y del KGB. En este sentido, destaca el hecho de que los estalinistas y la ultraderecha en Cataluña (Plataforma per Catalunya) tomaron la misma posición ante los acontecimientos de Ucrania.
Así que no es sorprendente que los internacionalistas pro-Putin, fascistas y estalinistas, estén unidos en el apoyo de las juntas de derecha que gobiernan en las republicas separatistas de Donieck y Lugansk. Vale la pena recordar que la extrema derecha europea que viene de la vieja burocracia corupta estatal y los estalinistas estuvieron unidos como “observadores internacionales” durante el “referéndum” en Crimea y las “elecciones” en el Donbass.La expresión de la voluntad de las clases dominantes y el servilismo a los intereses del gran capital son dos cosas incompatibles con las ideas de izquierdas. Pero a medida de los acontecimientos en Cataluña, los estalinistas ordinarios no sólo repiten las mentiras de sus líderes corruptos sino que van mas alla. Herederos del tirano contrarrevolucionario (Stalin) adoptan la retórica geopolítica de los nazis y los métodos terroristas “de debate”. Las palizas y la intolerancia étnica es una consecuencia natural del coqueteo de la pseudo-izquierdista con el nacionalismo.

Los regímenes estalinistas apoyaron la ortodoxia fundamentalista y a los reaccionarios en el este de Ucrania. Esto es una página vergonzosa en los movimientos de izquierda y debería convencer a los que todavía dudan de la igualdad entre los nazis y estalinistas.

Anticipando comentarios demagógicos sobre “fascismo ucraniano” sacados por la izquierda europea, les recordamos, nosotros advertimos sobre la amenaza de la extrema derecha y luchamos contra ella mucho antes que los bastardos estalinistas europeos conocieran la ubicación de Ucrania en el mapa de Europa. Esta confrontación que continua hoy, en realidad tiene poco que ver con las fantasías “anti-imperialistas” y “antifascistas” de los luchadores sentados en un sofa.

La amenaza neofascista en las calles sigue siendo relevante, sobre todo gracias a los esfuerzos de ciertos grupos en el gobierno y la presencia en la sociedad de la tolerancia a las ideas de derecha. Sin embargo, en el nuevo parlamento, tras la derrota de la ultraderecha “Libertad”, “Sector de Derecha” y “Partido Comunista de Ucrania” en las últimas elecciones, de acuerdo con la evaluación más rigurosa, hay 13 fascistas (en total hay 450 escaños). Esto es considerablemente menos que en el antiguo parlamento y menos que en muchos (si no la mayoría) de los países europeos.

No mencionamos accidentalmente al Partido Comunista en esta lista. En los últimos años su programa era difícil de distinguir del programa de textos de cualquier partido de extrema derecha. El KPU (Partido Comunista de Ucrania) aboga por la introducción de la pena de muerte y la limitación de los derechos de las minorías sexuales. Celebró la política antitártaros (minoria etnica que vive sobre todo en Peninsula de Crimea) y (donde tiene un impacto real sobre el terreno, por ejemplo en el Luhansk, mostró su ucraniafobia), el partido apoya el clericalismo ortodoxo y apeló a los sentimientos antisemitas. En el periódico “Comunista” coloca artículos racistas en el que los afroamericanos que sufren de desempleo son llamados ociosos, y las ejecuciones de los huelguistas en Kazajstán son aclamadas como “la lucha contra el imperialismo.”

En nuestra opinión, a pesar de la naturaleza autoritaria del poder y antiobrera, así como la hegemonía de los sentimientos de derechas, Ucrania es un régimen político de un país burgués ordinario, que ofrece mucha más libertad que el gobierno en Rusia, y más aún en Teritorios de Donieck o Lugansk. Los miembros y participantes del sindicato AST estan abiertos para debatir cuestiones de política ucraniana, pero sólo con los supuestos interlocutores, no los fanaticos de color marrón rojizo del “Mundo Ruso”.

También entendemos que la palabra “ucraniofobia” utilizada por nosotros en la resolución puede causar la crítica debido a su amplio uso en los círculos de la derecha. De hecho, los nacionalistas abusan de las denuncias “ucraniofobicas” llamando así a todos los que no se ajustan a su visión del mundo patriotero, igual que los chovinistas pro-rusos desacreditaron el uso de los términos “fascismo” y “anti-fascismo”. Pero tenga en cuenta que estamos hablando de las prácticas específicas de discriminación hacia los ucranianos étnicos y minorías étnicas, que ya es una realidad, no sólo en la península de Crimea y en los territorios ocupados de Donieck o Lugansk, sino también en Europa. La persecución a causa de la lengua y creencias políticas, igualando “ucraniano” y “banderovski” (de Stephan Bandera, historico lider ultranacionalista ucraniano) con esto juega la ultraderecha en ambos lados de la línea del frente, por esto la violencia física abierta contra los ucranianos, estos fenómenos merecen ser llamados “ucraniofobia.” Nos sentimos justificados en condenar enérgicamente la ucraniofobia y el chovinismo, tal y como están en el camino de la solidaridad de los trabajadores de las diferentes regiones de Ucrania, Rusia y en todo el mundo. Del mismo modo, nosotros, deploramos que los sentimientos chauvinistas están creciendo en ambos lados de la valla, condenamos la rusofobia, donbassofobia y el deseo de alguna fuerza política marginal para”reeducar” a los rusohablantes.

Sindicato Autónomo de Trabajadores siempre se ha opuesto al “nacionalismo de liberación” al cual apelan muchos izquierdistas autoritarios. A nosotros el patriotismo es extraño, en nuestras acciones no están utilizados los símbolos nacionales o estatales, mientras que los izquierdistas estalinistas y cercanos de estalinistas crean actuaciones normalmente bajo las banderas de sus países, así como banderas de Palestina, Kurdinstana, Cuba o la ultraderecha de Donieck y Lugansk. Indiscriminadamente declaran como un “fascista” un simple ciudadano ucraniano bajo su bandera nacional, asi otra vez más se reproduce una situación en la que “algunos animales” son “más iguales que otros.”

Pedimos a los compañeros europeos que reaccionen a lo que está sucediendo, y consistentemente condenamos todas las manifestaciones de intolerancia étnica, incluyendo la espantosa campaña nazi contra los ucranianos.

Queremos completar nuestra resolución con palabras que siempre muestran los principios más importantes para nosotros:
Ni Dios, ni amos, ni naciones, ni fronteras!

Con saludos revolucionarios,
AST, celula de Kiev

О погромах, учиняемых псевдо-левыми, и об антиукраинском национализме / Sobre los pogroms, pseudoizquierdistas comprometidos y nacionalismo antiucraniano

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